jueves, 18 de junio de 2009

Consecuecias de la guerra civil española


Ya sé que debería hacer una entrada con mi traducción del latín... ¡¡grrrrr!!... es que se me resiste... y la voy alternando con otras cosillas. Está mañana he terminado mi trabajo de fin de curso de Historia contemporánea ... como yo puedo elegir lo que hago, he elegido un tema que me interesa y me preocupa: las consecuencias de la guerra civil española.

He aprendido algunas cosillas que no sabía... bueno, se supone que para eso son los trabajos jejeje

La estructura del trabajo es sencilla:

1.Introducción: 1936-1939
2.Las consecuencias del conflicto en el Estado Español /
Penalty of conflict in the Spanish states
1.Consecuencias demográficas / impact Demographic
2.Consecuencias económicas / impact economic
3.Consecuencias sociales / impact social
4.Consecuencias morales / impact moral
5.Consecuencias políticas / impact politics
3.Repercusiones internacionales / International implications
4.Reflexión personal/ personal reflection
5. Bibliografía / bibliography
6. Anexos / adjunct

Y donde más he aprendido es en la parte económica...

Consecuencias económicas

La guerra fue una verdadera catástrofe económica. Para poder hacerse una idea del desastre basta mirar los datos de la renta per cápita, que no logro llegar a los niveles de 1936 hasta la década de 1950.

La política económica del primer franquismo se caracterizó por un gran intervencionismo estatal en todas las actividades económicas. El Estado controlaba la producción y la distribución de bienes y establecía los precios.

Se creo el INI (instituto Nacional de Industria), que se ocupaban de sectores no rentables para la iniciativa privada, pero necesarios para la economía del país. Por otra parte para garantizar la rentabilidad empresarial, y asegurarse el apoyo de la burguesía que había respaldado el levantamiento, Franco impuso por ley salarios bajos, lo que imposibilitaba la capacidad de consumo de la clase trabajadora.
El aislamiento exterior y el boicot internacional favorecieron que la política económica del régimen franquista se orientase hacia la “autarquía” (auto abastecimiento) para limitar al máximo las necesidades de comercio exterior. Esto llevo al estancamiento de la economía, por lo que el nivel de vida de la mayor parte de la población descendió a niveles anteriores a la república.

Lo peor de la posguerra fue el hambre. Los precios subieron de forma indescriptible, por ejemplo los huevos subieron de 5 a 200 ptas./docena, el arroz de 3 a 30 ptas./kg. Y el pan costaba 25 ptas. kg.

Las causas fundamentales fueron:
  • Desaparecen las reservas de oro divisas, gastadas por ambos bandos en la financiación del conflicto.
  • El costo total de la guerra ha sido valorado en unos 300.000 millones de pesetas de 1963. En esta cantidad se incluye el pago las deudas contraídas con Alemania e Italia. Esos cuantiosos gastos tendrán graves repercusiones para el país, a la hora de iniciar la reconstrucción económica, obligando a forzadas exportaciones, y a la dificultad de importar.
  • La destrucción de edificios, obras públicas, viviendas. Ello provoca un grave déficit en equipamientos que no se solventa hasta la década de los 50, con mayor repercusión en las zonas urbanas.
  • Colapso de la economía, en todos los sectores, especialmente en los sectores primario, y secundario, debido al abandono de tierras, la destrucción del ganado, de fábricas y maquinaria, etc.
  • Reducción de la población trabajadora, a causa de las muertes, detenciones y exilio. Supone unas 500.000 personas menos
  • El aumento de los desequilibrios sociales, La derrota en la Guerra Civil afecta sobre todo a las clases medias y bajas de la sociedad española. El reparto de rentas [= ingresos] se ha agravado. Los desequilibrios irán aumentando en los años sucesivos: racionamiento de alimentos, contrarreforma agraria, control de los salarios.
  • La Guerra Civil interrumpió la modernización de la económica.
El economista Albert Carreras, nos dice que este estancamiento industrial se trueca en manifiesta depresión.

“La industria española se hubiera podido comportar como la italiana si el marco político e institucional español hubiera sido distinto —comparable al europeo occidental— después de 1945 "

Las cartillas de racionamiento
Una vez terminada la contienda, el hambre era generalizado, por ello el Auxilio Social empezó a repartir raciones hasta que a mediados de abril el gobierno autorizó la venta libre de alimentos. Un mes después se impuso la cartilla de racionamiento y se creó la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes (Comisaría de Abastos en el lenguaje popular) que se encargó de repartir los artículos.

Había dos tipos de cartillas: una para la carne y otra para lo demás. Cada persona tenía derecho a la semana a 125 gramos de carne, 1/4 litro de aceite, 250 gramos de pan negro, 100 gramos de arroz, 100 gramos de lentejas, un trozo de jabón y otros artículos de primera necesidad entre los que se incluía el tabaco.

Las cartillas de racionamiento establecían una ración de 150 gramos de pan por persona, pero «los militares, guardias y curas...» tenían derecho a 350 gramos.

A los niños se les daba además harina y leche. Un testimonio de la época, nos cuenta:

«Muchas personas, entre ellas mi abuela, borraban los sellos que ponían como señal de haber sido entregados los alimentos con miga de pan y mandaban a las niñas más pequeñas otra vez a la cola a por más comida.»

El racionamiento duró hasta 1953 y, unido a la imposición de precios bajos, provocó la aparición del mercado negro y una situación en la que sólo los que tenían riquezas e influencias podían vivir adecuadamente. No obstante, con el establecimiento del mercado libre de alimentos los precios eran tan altos "que una familia normal sólo podía proporcionarse los alimentos básicos"

Como consecuencia de esta economía controlada surgió el estraperlo o contrabando, de esta época es el dicho popular:

Cuando Negrín, billetes de mil; con Franco, ni cerillas en los estancos.

El aceite de oliva lo vendían los estraperlistas por cucharadas. Sin embargo el vino no escaseaba.

El estraperlo se practicaba en lugares específicos como la plaza de la Cebada en Madrid adonde acudía la gente del campo y hacía tortillas que vendía a precios altísimos. Se estraperlaba principalmente con aceite y patatas. Las mujeres estraperlistas se instalaban a la entrada del mercado y ocultaban los productos bajo las ropas.

A lo mejor también queréis leer mi opinión personal... al menos a mis padres es lo que más les interesa siempre...

Reflexión personal

Soy una persona nacida en España, con padres de origen chileno y español, países ambos que han vivido fuertes dictaduras.En mi familia han convivido personas que estuvieron luchando en el bando republicano y en el rebelde.

Dos tías de mi abuelo materno murieron en el incendio de un convento en Barcelona, y al padre de mi abuela paterna lo iban a pasear por “rojo” cosa de la que lo salvo un amigo que estaba en el bando franquista.

He crecido escuchando historias de ambas dictaduras, y he podido ver que en ambos países hay dos formas muy diferentes de enfrentar el pasado. En España no se siente vergüenza por haber soportado una dictadura, se ve como una consecuencia normal de una situación de desorden. En cambio en Chile a la gente le parece una mancha en su historia democrática, y quieren limpiarla. Por eso me ha interesado el tema de la Guerra Civil, que aún preocupa tanto a la gente de este país que no quieren hablar de ello.

Además veo con preocupación que otra vez en Europa, ganan los políticos con discursos de superioridad racial (europeos mejor que asiáticos, africanos o latinoamericanos) y de nuevo vivimos una época de descrédito de los organismos internacionales como la ONU o la Unión Europea, lo que significa una preocupante vuelta a principios egocéntricos de superioridad y proteccionismo, olvidando de nuevo que esas posturas egocéntricas solo acarrean conflicto... y en muchos casos conflicto violento.

1 comentarios:

Félix dijo...

¡Hola Emma! En mi familia, sin haber ni republicanos ni nacionales, también recibieron consecuencias.una de ellas fué que mi abuela paterna, viuda con 5 hijos menores, fué encarcelada junto con su hija mayor ( no me preguntes por qué)los 4 restantes tuvieron " suerte" y fueron a parar por separado a distintas familias.mi padre por ejemplo se vió obligado a trabajar con 7 años acarreando sacos de harina desde el molino hasta el pueblo, que no estaba a un tiro de piedra que digamos. En fin, que estoy contigo en tu percepción de las gerras y las dictaduras.Sigue así muchacho. Aunque no estre amenudo, siempre te leo. Félix